El aprendizaje basado en proyectos (ABP) forma parte el aprendizaje activo donde el alumnado juega un papel principal en el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de la investigación, la experimentación y, además, la reflexión.

A través de esta metodología el alumnado se debe enfrentar a un problema planteado por el docente, deben realizar un proceso de investigación, hacer un conjunto de propuestas y, a continuación, ejecutar su resolución. Con todo ello, el alumnado coopera mucho más y se implica activamente en el proceso de aprendizaje ya que tienen que planificar, implementar y evaluar acciones con determinados fines que se pueden aplicar más allá del aula, es decir, en el ámbito laboral.

Esta premisa la conoce muy bien nuestro alumnado que realiza el montaje de diversas instalaciones, que deben resolver los problemas organizando el trabajo en equipo y contando en todo momento con la guía y supervisión del docente.

Y es que tal como dijo Benjamin Franklin, en su frase célebre: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”. Así aprende nuestro alumnado totalmente implicado en su formación y con las miras puestas en obtener un empleo donde poder poner en práctica todo lo aprendido en las aulas y talleres.